ANTIOXIDANTES: EL RENACER DE LAS CÉLULAS

Es tan importante el papel de los antioxidantes en nuestro organismo que la ciencia médica está empezando a considerar la presencia de cualquier enfermedad como un signo probable de carencia de antioxidantes. Pero, que es un antioxidante?

El oxígeno es la base de toda la vida, tanto animal como vegetal. Es nuestro nutriente más importante, necesario para cada célula cada segundo de cada día. Sin él no podríamos liberar la energía que hay en los alimentos, la cual impulsa todo el proceso corporal. Pero el oxígeno es químicamente reactivo y altamente peligroso: en reacciones bioquímicas normales el oxígeno puede volverse inestable y capaz de "oxidar" a las moléculas vecinas. Esto puede dañar las células y provocar cáncer, inflamación, daño arterial y envejecimiento. Los radicales libres oxidados equivalen al residuo nuclear corporal y deben ser desarmados para alejar el peligro. Los radicales libres se generan en todos los procesos de combustión, incluyendo cuando se fuma, cuando se quema petróleo para crear gases de escape, en la radiación, cuando se fríe o se cocina a la barbacoa y en procesos corporales normales. Las sustancias capaces de desarmar a los radicales libres son llamados Antioxidantes. Algunos son conocidos nutrientes esenciales, como la vitamina A y el betacaroteno, y las vitaminas C y E. Otros, como los bioflavonoides, antocianidas, picnogenol y alrededor de otros cien protectores recientemente identificados en alimentos comunes, no lo son.

El equilibrio entre los antioxidantes que se tomen y la exposición a los radicales libres puede ser, literalmente, la balanza entre la vida y la muerte. Podemos nivelar la balanza a nuestro favor con un simple cambio de dieta y de complementación de antioxidante.

ANTIOXIDANTES EN LA SALUD Y EN LA ENFERMEDAD

Frenar el proceso de envejecimiento ya no es tan difícil. Los mejores resultados en estudios de investigación se han logrado dando a los animales dietas bajas en calorías y altas en nutrientes de antioxidación: en otras palabras, exactamente lo que necesitaban y nada más. Esto reduce el "estrés de oxidación" y asegura una máxima protección por parte de los antioxidantes. Los animales alimentados de esta manera no solo viven un 40% más, sino que están más activos durante sus vidas. El mismo principio se podría aplicar a los humanos. Encuestas a gran escala ya revelan que el peligro de muerte se reduce sustancialmente en aquellos que tienen o un alto nivel de antioxidantes en su sangre o altas tomas dietéticas de éstos. 

Por el contrario, un nivel bajo de vitamina A y de vitamina E se relaciona con el Alzheimer. O también los ancianos con un nivel bajo de vitamina C en la sangre tienen mucho más peligro de desarrollar cataratas que aquellos que tienen un nivel alto. También, aquellos que tienen un nivel bajo de vitamina E en la sangre, tienen casi el doble de riesgo de desarrollar cataratas, mientras que los consumidores de 400UI de vitamina E al día tienen la mitad de riesgo. Y así podemos hablar de diversas patologías producidas con total probabilidad por carencia de antioxidantes: cáncer, enfermedad cardiovascular, diabetes, hipertensión, infertilidad, degeneración macular, sarampión, enfermedades mentales, enfermedad periodontal, infecciones del aparato respiratorio, artritis reumatoidea...

Nuestra capacidad para librarnos de enfermedades depende del equilibrio entre la toma de radicales libres dañinos y la toma de antioxidantes protectores. A medida que haya menos salud, aparecerá, las primeras indicaciones de aviso: frecuentes infecciones, dificultad para librarse de una infección, moratones o cardenales sin previo golpe, proceso de curación más largo, piel más delgada o tener muchas arrugas siendo joven, incapacidad de desintoxicar el cuerpo después de una ingesta mayor de radicales libres. 

LOS MEJORES ALIMENTOS

Cada año se descubren nuevos antioxidantes en la naturaleza: sustancias componentes delas bayas, tomates, mostaza, brócoli, cúrcuma... Estas sustancias como los bioflavonoides, licopeno y antociadinas, no son nutrientes esenciales pero son altamente beneficiosos. 

Los principales antioxidantes esenciales son las vitaminas A, C y D y E y el betacaroteno. Se puede encontrar en los vegetales rojos, naranjas y amarillos y también en las frutas. La vitamina C también abunda en los vegetales y las frutas que se comen crudas, pero el calor las destruye rápidamente. La vitamina E sobretodo se encuentra en semillas, frutos secos, guisantes, habas, maíz y cereales integrales. La sandía es excelente. Rica en betacarotenos y vitamina C, igual que sus semillas, ricas en vitamina E, al igual que zinc y selenio. También aminoácidos con la cisteína y el glutatión son potentes antioxidantes. Se encuentran principalmente en la carne blanca, atún, lentejas, judías, frutos secos, semillas, cebollas y ajos, haciendo también un papel fundamental en nuestro sistema inmunitario. 

Recomendaciones:

Comer mucha fruta fresca

Comer muchos vegetales como zanahorias, guisantes, berros y brócoli

Tomar un potente complemento de antioxidantes al día (Ver recomendación)

Evitar lo máximo posible la contaminación, rayos del sol en horas más fuertes y comidas fritas

No hacer más ejercicio del que normalmente se aguante

Somos lo que comemos.