ARTICULACIONES: EMOCIONES Y NUTRIENTES ESENCIALES

08.06.2020

Sabemos de alguna manera intuitiva que nuestras emociones influyen en nuestras decisiones, en nuestras reacciones y en nuestro estado de salud. 

A lo largo del día tomamos muchas decisiones. Éstas nos generan mucho cansancio mental y nos proporcionan un estado de estrés enorme, muchas veces continuado. Vivimos en esos tiempos que aún debemos aprender a afrontar nuestro sistema de valores que nos hace enfrentarnos cada vez a más sobrecarga y bloqueos del cuerpo integral. Queremos tener, tener y tener, y nos hemos olvidado de Quienes Somos. En otras sociedades, como en la India, indagan tanto qué son hasta que se olvidan de tener.

Al final, esta actitud que nos envuelve, acaba relacionándose con el bienestar y la salud. La sociedad del bienestar se ha convertido en inconformista e insatisfecha, no se goza de lo que se tiene, se sufre por mantenerlo, tiene miedo de perderlo y quiere lo que tienen los demás.

Todo esto influye directamente en nuestras articulaciones. También nuestra alimentación es un factor clave en los problemas articulares. No hay mucha gente que piense en alimentar su esqueleto. Hay quien cree que una vez que los huesos se han formado ya están ahí para siempre: hasta que empiezan a romperse (artritis - osteoporosis). Sin embargo, los huesos pueden volverse a regenerar. Los huesos son estructuras formadas por proteínas y colágeno, y necesitan principalmente calcio, fósforo y magnesio. Los huesos también almacenan metales pesados como el plomo cuando el organismo no se puede deshacer de ellos. 

Los huesos utilizan calcio, fósforo y magnesio como materiales de construcción, y la capacidad de absorber el calcio en los huesos depende de la vitamina D, la cual es ayudada por un oligoelemento, el boro. La vitamina C produce el colágeno y el zinc ayuda a producir nuevas células óseas. 

Los alimentos proteicos son formadores de ácidos. El cuerpo no puede tolerar cambios sustanciales en los niveles de ácido en la sangre y neutraliza este efecto mediante dos agentes alcalinos, el sodio y el calcio. Cuando las reservas de sodio se acaban, se coge calcio de los huesos. Por lo tanto, cuanta más proteina se consume, más calcio se necesita. De aquí sacamos que una dieta alta en proteínas da lugar a una deficiencia de calcio. 

La artritis es una de las patologías más sufridas en el s. XXI. Significa tener que vivir con rigidez y dolor constantes. Puede ser prevenida, siempre y cuando se eliminen las causas fundamentales. 

Los factores principales son:

- Mala lubricación de las articulaciones

- Desequilibrio hormonal

- Alergias y alteraciones químicas y medioambientales

- Radicales libres

- Infecciones

- Torceduras de huesos y deformaciones

- Estado de ánimo

- Dieta escasa

En general, cualquier dolencia en nuestras articulaciones, es una señal clara de alarma de que debemos hacer una mirada interna a nuestras sobrecargas emocionales y a nuestra alimentación. Si pudiéramos pararnos un momento en nuestro día a día y observar los puntos clave en nuestra columna que nos limitan a consecuencia del dolor o la rigidez, podríamos ver donde trabajar más profundamente el punto en cuestión. 

Por lo tanto, si queremos gozar de buena salud articular:

* Mantenerse en forma, flexible y acudir al terapeuta articular (osteopatía, quiropraxia..) al menos una vez al año.

* Reducir consumo de carne para evitar exceso de proteínas

* Salir lo máximo posible del estrés y consumir los mínimos estimulantes posibles

* Consumir una dieta rica en minerales procedentes de semillas, frutos secos y raíces.

* Controlar alergias

* Con inflamación articular, el ácido graso Omega 3 + ácido graso Omega 6, como antiinflamatorios y moduladores del dolor, extracto de cúrcuma (encapsulada en lecitina de soja), siendo 29 veces más eficaz que la cúrcuma convencional, Calcio procedente del alga Lithothamnium calcareum, el cual permite mantener la masa ósea y desempeña un papel muy importante en la función muscular, complejo de incienso y fosfolípidos con ácidos triterpénicos, pertenecientes al ácido boswélico, potente antiinflamatorio (Medicina Ayurveda), extractos de cola de caballo (remineralizante), papaína de extracto de papaya (neutralizador enzimático), metilsulfonilmetano (MSM), una molécula del azufre con efecto antiinflamatorio y regenerador.

La enfermedad no sólo es el resultado de nuestros actos, sino también de nuestros pensamientos