ARTROSIS: UNA RIGIDEZ DEL EGO

14.07.2022

Vivimos en uno de los países con más índice de casos de artrosis en personas mayores de 60 años. Los factores que pueden influir en tener esta patología, varían dependiendo de la vida que haya tenido el individuo que la padece, teniendo en cuenta su alimentación, árbol genealógico, patrones mentales adquiridos en el transgeneracional, clima y otros de determinada importancia.

La mayoría de los casos son mujeres y suelen presentar cuadros de mayor importancia a partir de la jubilación, aunque hay casos más tempranos de manifestación.

Esta enfermedad afecta a las articulaciones de una manera crónica. Se diferencia de la artritis en que no presenta cuadros inflamatorios. Las personas que la padecen sufren sobretodo cuando se despiertan por la mañana. Eso produce que les lleve cierto tiempo a poder mover la parte del cuerpo afectada. La articulación artrosada suele estar limitada para hacer algunos movimientos y se puede romper.

Hay una similitud muy grande entre la artritis y la artrosis, salvo que en esta última, la persona siente mucha ira y rencor hacia otra persona, y no hacia sí mismo, como ocurre en el caso de la artritis. No se hace cargo de su responsabilidad y prefiere culpar a otros de sus desgracias. Alimenta un sentimiento de injusticia. Le beneficiaría tener más compasión en los demás y cultivar el entusiasmo. 

Si se padece artrosis hay que revisar el porqué es tan difícil el hecho de pedir lo que se necesita. Si se trata de creer que haciendo lo que a uno le gusta, va a exagerar y ser egoísta, se tendría que revisar el tema. Aceptar la idea de que se puede decir "no" cuando no se quiera realizar algo en concreto, y si se decide tirar adelante con la tarea en sí, hacerla placenteramente y sin necesidad de autocrítica por estar haciéndola. Imponerse muchos deberes para buscar reconocimiento, es un signo clave de las personas con artrosis. Ha de quedar claro que se realizan los quehaceres por decisión de uno mismo y no por obligación impuesta por otros. 

La opción más viable para mejorar es optar por la realización de las cosas con alegría, sin autocrítica, con aceptación y flexibilidad. Al final, el resultado quedará transmutado en el cuerpo y se reflejará con más agilidad y menos degeneración. 

En naturopatía, encontramos maneras de poder trabajar de forma más profunda a nivel articular, sobretodo cuando existe una degeneración. La primera fase de la curación, además de entrar en conciencia con lo anteriormente explicado, es hacer una detox completa del organismo. Con ello, eliminamos toxinas que provocan inflamaciones y mejoramos nuestro estado físico. 

Algunas sustancias antiinflamatorias podría ser la curcumina de la raíz de cúrcuma, el ácido boswélico de la boswellia, MSM (molécula del azufre) como regenerador y promotor de colágeno orgánico, harpagósidos de la raíz del hapagofito, el campesterol de la planta uncaria tormentosa o uña de gato, o incluso el silicio orgánico, procedente principalmente del bambú. 

El movimiento contínuo, el buen humor y tomarse la vida de forma diferente, ayudarían como clave en la mejora de los casos de artrosis en gran medida. 


Sin resistirme, voy al compás del viento, como el bambú