CUIDARSE EN VERANO

22.06.2020

¡Y llegó el tan esperado verano! A pesar de que hemos pasado una primavera algo atípica e intensa, debido a la situación sanitaria que estamos viviendo, la estación floral pasó como un rayo y el verano, a hurtadillas, apareció para quedarse durante 3 meses oficiales (aunque luego suele alargarse durante el otoño..) y ofrecernos su temible calor y sus altas temperaturas, sus largos días de luz y noches de insomnio, alegría y fiestas populares, sus playas y rincones paradisíacos, riachuelos de agua fresca en pleno mes de julio, paseos en bicicleta, descanso y ocio en definitiva. Pero también es una época en la que debemos plantearnos qué hábitos tenemos, la parada que nos ofrece las vacaciones es esencial en este aspecto. 

En verano hay una tendencia a dejarnos un poco, con aquello de que estamos cansados, estresados, con ganas de descansar y no pensar. Está muy bien, pero hemos de tenernos en cuenta más que nunca. Solemos hacer comidas rápidas y ligeras, bebemos más líquidos, y a veces no seleccionamos bien. Si es verdad que en verano, cuesta más ingerir un plato caliente, es recomendable hacer una dieta muy rica en verdura y fruta fresca para no perder las vitaminas y minerales, al igual que de los hidratos de carbono, portadores de energía. La ingesta de agua o infusiones que sea mayor, por aquello de que perdemos líquidos sudando. Pero sobretodo, necesitamos en verano, consumir un nutriente esencial, que será el que nos ayude a combatir el estrés oxidativo producido por largas horas de trabajo, calor en exceso e incluso, ingesta de comidas rápidas y fuera de casa: Los antioxidantes. 

EL PODER DEL ANTIOXIDANTE

El oxígeno es la base de toda la vida, tanto animal como vegetal. Es nuestro nutriente más importante, necesario para cada célula. Sin él no podríamos liberar la energía que hay en los alimentos, la cual impulsa todo el proceso corporal. Pero el oxígeno es químicamente reactivo y muy peligroso: en reacciones bioquímicas normales el oxígeno puede volverse inestable y "oxidar" a las moléculas cercanas. Esto puede dañar las células y provocar cáncer, inflamación, daño arterial y envejecimiento. Los radicales libres oxidados equivalen al residuo nuclear corporal y deben ser desarmados para alejar el peligro. Los radicales libres se generan en todos los procesos de combustión. Las sustancias capaces de erradicar a los radicales libres son los antioxidantes. Algunos son la vitamina A y el betacaroteno, vitaminas C y E, bioflavonoides, antocianidas, picnogenol y más de cien protectores constituyentes de alimentos comunes, que no son tan conocidos. 

Frenar el proceso de envejecimiento es posible. Dietas bajas en calorías y altas en antioxidantes, reduce el estrés de oxidación y máxima protección. No sólo se puede vivir un 40% más, sino que se está activo durante la vida. 

Cada año se descubren nuevos antioxidantes en la naturaleza: sustancias componentes de las bayas, uvas, tomates, mostaza, brócoli, cúrcuma, ginkgo...Estas sustancias, como los bioflavonoides, licopeno y antociadinas, no son nutrientes esenciales pero son altamente beneficiosos. 

Los betacarotenos, precursores de la vitamina A, se encuentra en vegetales rojos, naranjas y amarillos, y en frutas. La vitamina C también abunda en vegetales y frutas de ingesta cruda, aunque el calor la destruya rápidamente. La vitamina E se encuentra principalmente en semillas, como frutos secos, guisantes, habas, maíz, cereales integrales.. La sandía, deliciosa fruta veraniega, es rica en betacarotenos y vitamina C. Sus semillas aportan vitamina E, zinc y selenio, potentes minerales antioxidantes. 

Los aminoácidos cisteína y glutatión son también muy antioxidantes. Éstos ayudan a producir una de las enzimas de antioxidación más importantes para el organismo, que es la peroxidasa de glutatión, la cual depende del selenio. Esta enzima ayuda a desintoxicar el organismo, nos protege contra los gases contaminantes, carcinógenos, infecciones, ingesta excesiva de alcohol y metales tóxicos. Se encuentran en carne blanca, atún, lentejas, judías, frutos secos, semillas, cebollas y ajos.


Así que este verano, disfruta al máximo todo lo que te ofrezca y sobretodo, dedica tiempo al culto de tu cuerpo, al ejercicio físico, a la buena alimentación física y mental, a respirar profundamente y sentirte, a sonreir y abrazar la vida como si no hubiera un mañana, come fruta fresca, come vegetales, toma un buen suplementos antioxidante (VER), haz todo lo posible para evitar la contaminación, rayos solares sin protección y comida frita.


Fuente: El libro de la nutrición óptima (Patrick Holford)


Que la comida sea tu alimento, y el alimento, tu medicina. Hipócrates