EL RELOJ DE LA VIDA

07.08.2020


La búsqueda de la inmortalidad o una vida más larga no es algo nuevo. Desde el comienzo de la historia, mitos y leyendas acerca de pociones mágicas y de gente con una larga vida han abundado. Pero ahora en el siglo XXI, muchos científicos y gerontólogos, están prediciendo que pronto será normal llegar a los 110 años de vida. Uno de los factores más significativos y evidenciados para aumentar las probabilidades de tener una larga vida y saludable es lo que comemos o lo que dejamos de comer.


COMER MENOS, VIVIR MÁS

Si aprendemos rápidamente es muy probable que vivamos más tiempo. La restricción calórica, no obstante, no es lo mismo que la malnutrición. Es dar al cuerpo exactamente lo que necesita y nada más. Muchas comidas en las dietas de hoy en día proporcionan calorías "vacías" como azúcar o grasa saturada, pero no proporcionan ninguno de los micronutrientes necesarios para procesarlas. Tenemos que dejar estas comidas si queremos alargar nuestra expectativa de vida. Los alimentos densos en nutrientes como las zanahorias orgánicas, manzanas, frutos secos y semillas, proporcionan la misma cantidad de nutrientes que de calorías, y en el caso de la fruta fresca y los vegetales, mucha agua esencial libre de calorías.

Una forma de restringir las calorías es comer menos. Otra es ayunar o tener un ayuno modificado una vez a la semana. Esto puede significar, por ejemplo, comer sólo fruta.


EL EJERCICIO NOS MANTIENE JÓVENES

El ejercicio regular puede añadir siete años a nuestra expectativa de vida. Pero el ejercicio debe continuarse hasta una avanzada edad y tiene que ser aeróbico: lo que significa que el ritmo cardíaco debe alcanzar el 80% de la capacidad máxima por lo menos durante 20 minutos. El ciclismo, la natación o el correr son buenos, el levantamiento de pesas y los ejercicios de fortalecimiento, por el contrario, hacen poco para aumentar el tiempo de vida. El ejercicio aeróbico reduce los niveles de colesterol en la sangre, las pulsaciones y la presión sanguínea, fomentando una mejor salud cardiovascular y aumentando la actividad mental. También ayuda a tener un control sobre el azúcar en la sangre y es por lo tanto de especial ayuda para los diabéticos.

En resumen, para prolongar nuestra vida de forma saludable:

- Asegurarnos de llevar una nutrición óptima a través de una dieta y una complementación

- Mantenernos alejados de las fuentes que originan las radicales libres que se puedan evitar: comida frita, humos de escape, tabaco o intensos rayos de sol.

- Comer nutrientes antioxidantes extras como las vitaminas A, C y E, selenio y zinc

- Reducir el consumo de calorías a la cantidad que verdaderamente necesitemos para mantenernos en forma y saludables.

- Mantenernos en forma con una moderada cantidad de ejercicios aeróbicos.

- Evitar el estrés

- Mente positiva