EL SOL: PERJUICIOS Y BENEFICIOS

27.06.2023


¿Qué papel tiene nuestro Astro Rey? ¿En qué nos puede perjudicar?

El sol es una fuente de energía vital para nuestro planeta, y también proporciona beneficios para nuestra salud, como la síntesis de vitamina D. Sin embargo, es importante ser conscientes de los peligros que puede conllevar una exposición excesiva o sin protección al sol. Aquí tienes algunos de los principales riesgos asociados al sol:

  1. Quemaduras solares: La exposición prolongada al sol sin protección puede provocar quemaduras solares en la piel, que se caracterizan por enrojecimiento, dolor e inflamación. Las quemaduras solares repetidas aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

  2. Daño cutáneo: La exposición continua al sol puede causar daños en la piel a largo plazo, como arrugas prematuras, manchas oscuras, envejecimiento prematuro y cambios en la textura de la piel.

  3. Cáncer de piel: La exposición excesiva al sol, especialmente a los rayos ultravioleta (UV) dañinos, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Los tipos más comunes de cáncer de piel son el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas y el melanoma.

  4. Daño ocular: Los rayos UV también pueden causar daño en los ojos, incluyendo la conjuntivitis, la fotoqueratitis (quemadura solar en la córnea) y el desarrollo de cataratas a largo plazo.

  5. Golpe de calor: La exposición prolongada al sol y el calor intenso pueden llevar a un golpe de calor, una condición potencialmente grave que se caracteriza por una temperatura corporal elevada, mareos, confusión, deshidratación y otros síntomas. El golpe de calor puede ser peligroso e incluso mortal si no se trata adecuadamente.

  6. Supresión del sistema inmunológico: La exposición excesiva al sol puede debilitar el sistema inmunológico de la piel, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones cutáneas y reacciones alérgicas.

Para protegerte de los peligros del sol, se recomienda seguir estas medidas de precaución:

  • Aplicar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, y reaplicarlo cada dos horas o después de nadar o sudar.
  • Limitar la exposición directa al sol, especialmente durante las horas pico de radiación solar (generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
  • Usar ropa protectora, como sombreros de ala ancha y ropa de manga larga.
  • Utilizar gafas de sol que bloqueen los rayos UV.
  • Buscar sombra o crear tu propia sombra con una sombrilla o toldo.
  • Mantenerse hidratado bebiendo suficiente agua durante todo el día.

Recuerda que estos consejos aplican no solo en verano, sino durante todo el año, ya que los rayos UV pueden dañar la piel incluso en días nublados o durante las estaciones más frías. La protección solar y la conciencia sobre los peligros del sol son fundamentales para mantener una piel saludable y prevenir problemas a largo plazo.


Nutrientes protectores de la piel

Durante el verano, es importante cuidar y proteger nuestra piel de los efectos dañinos del sol y otros factores ambientales. Además de utilizar protector solar y medidas de protección física, ciertos nutrientes pueden ayudar a mantener la salud y la protección de la piel. Aquí tienes algunos nutrientes que son especialmente beneficiosos para la piel en verano:

  1. Vitamina C: Es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger la piel del daño causado por los radicales libres generados por la exposición al sol. También es importante para la producción de colágeno, que proporciona firmeza y elasticidad a la piel. Puedes encontrar vitamina C en frutas cítricas, kiwi, fresas, piña, mango, pimientos rojos y verduras de hoja verde.

  2. Vitamina E: Otro antioxidante clave que protege las células de la piel del estrés oxidativo y el daño causado por los rayos UV. La vitamina E también puede ayudar a calmar la inflamación y promover la cicatrización de la piel. Se encuentra en alimentos como nueces, semillas, aguacate y aceite de oliva.

  3. Beta-caroteno: Este precursor de la vitamina A es conocido por su capacidad para ayudar a proteger la piel del daño solar. El beta-caroteno se encuentra en frutas y verduras de colores intensos, como zanahorias, batatas, calabazas, mangos y espinacas.

  4. Licopeno: Es un antioxidante que se encuentra en alimentos de color rojo brillante, como tomates, sandía y pomelos rosados. Se cree que el licopeno ayuda a proteger la piel de los dañinos rayos UV y puede reducir el riesgo de quemaduras solares.

  5. Omega-3: Estos ácidos grasos esenciales tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a mantener la piel hidratada y protegida contra el daño solar. Fuentes de omega-3 incluyen pescados grasos (salmón, sardinas, trucha), semillas de lino, chía y nueces.

  6. Selenio: Es un mineral con propiedades antioxidantes que ayuda a proteger la piel del daño causado por los radicales libres. Fuentes de selenio incluyen nueces de Brasil, mariscos, avena y semillas de girasol.

  7. Agua: Mantenerse hidratado es esencial para una piel sana en verano. El agua ayuda a mantener la piel hidratada y a eliminar toxinas. Asegúrate de beber suficiente agua a lo largo del día, especialmente en climas cálidos.

Es importante destacar que una alimentación equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, es fundamental para el cuidado de la piel en cualquier época del año. Además, recuerda que los nutrientes de los alimentos se complementan con el uso adecuado de protector solar y otras medidas de protección solar física para mantener tu piel protegida durante el verano.


El Sol puede ser tu mayor tristeza o tu mayor consolador, dependiendo de cómo veas su brillo.